viernes, 10 de octubre de 2008

SE ACABÓ EL PARTIDO, RONALD McDONALD’S: JUNTA MIEDO


Por Andrea M. Guerrero Valenzuela

Son las ocho de la noche y un grupo de jóvenes espera que empiece el partido de la Universidad de Chile contra Santiago Wanderers, por la Copa Chile. Son amigos desde cabros chicos, son inseparables si no fuera porque sus equipos los dividen este día en dos bandos, los mismos que se pelearán en un par de horas en la cancha de Playa Ancha. Son tres contra dos. Tres, dos mujeres y un hombre son de la U; dos, ambos hombres, del Wanderito y, obviamente, ya apostaron. El que pierde pone la comida para después del carrete; de celebración o de “ahogación” de penas, según corresponda. Tiene que ser en el McDonald’s. Nunca comen en el McDonald’s, quieren darse un lujito, un rico desayuno en ese local.

El partido empieza a las diez de la noche. El plan es perfecto: durante dos horas verán el partido en la casa (los cinco jóvenes son de Santiago y no tienen la plata para viajar a Valpo), luego a las doce se irán caminando a la fiesta en el “barrio alto”. La casa es de un compañero de curso, es milico y a la vez hijo de milico, “tiene la media casa”.

En la mañanita, para pasar un poco la caña, irán a comer. Y es ahí cuando el equipo perdedor pagará la apuesta. El que pierde siempre paga la apuesta, nunca han tenido problemas con eso.

El partido comienza, se toman unas cervezas. Siguen tomando cerveza. En realidad, desde que se juntaron a las cuatro que toman. Para el segundo tiempo ya todos se quieren mucho y se prometen no dejar de quererse nunca, prometen ser amigos por siempre, prometen que sus hijos serán tan amigos como ellos. La U ya pierde uno a cero, en un partido que sería fome de no ser porque están ebrios y se ríen de todo. Uno de los “caturros” saca un papelillo y comienza a armar un pito. Todos fuman. El mismo wanderino saca otro papelillo, y arma otro pito. Y así hasta que se acaba el partido. Waderers gana, pero en verdad aún no se dan cuenta de eso.


Están listos para salir a la fiesta, listos en todos los sentidos. Lo suficientemente drogados para no tener tiempo de dejar de reírse en ese lugar ajeno. Llegan y no hay nada más que hacer que seguir tomando. Toman, bailan, otro papelillo, otro pito. Hay pasta también, “vamos con unos marcianos”. Y, de pronto, se ven corriendo. Corren por la avenida Kennedy, los cinco, algunos de la mano. Todos corren y ninguno sabe por qué. El joven de la U se cae, se rompe la boca con el cemento. “Hay que llevarlo al hospital”, pero están muy duros para llegar al hospital, no quieren más problemas. “Hay que encontrar una farmacia, limpiarle la herida, ponerle un parche”. “¿Y la comida?”, “perdió la U, weón, anda al macdonal, hay uno en la esquina”. Son las siete ya, dos de la U van al McDonald’s de Kennedy. Los wanderinos toman al bullanguero herido, lo cubren con un polerón. Ya dejó de sangrar. Siguen corriendo, corren y corren hasta llegar a la Nueva Costanera, donde hay una farmacia Cruz Verde. “Ya no sangra el gil, pero en volá necesita algo”, “nunca está de más un desodorante”, “pa voh sobre todo”. Ataque de risa, extrapolado por las drogas, el alcohol, la adrenalina que ya no manejan. Hay piedras en la entrada, varias, como de dos kilos o más. Los del McDonald’s no las necesitaron, tenían un par de hechizas.

LEAD:

Encapuchados roban en local de comida rápida y farmacia en la capital En el robo de la farmacia los ladrones fueron descubiertos en momentos en que desvalijaban el lugar. Luego huyeron dejando abandonado parte del botín.

SANTIAGO octubre.- Carabineros realiza las diligencias para dar con los delincuentes encapuchados que anoche asaltaron un local de comida rápida Mc Donald´s y una farmacia Cruz Verde, situados en el sector oriente de la capital.

2 Comments:

Anónimo said...

Lo mejor de este relato es que, por la forma en que está escrito, con un lenguaje coloquial, salpicado de "tallas", transmite exactamente el estado de sus protagonistas.

Anónimo said...

gracias jenny, es que el talento, tu sabes, es algo que casi fermento