Por María José Ortega F.
Ana Torroja, ex vocalista de la banda española Mecano, se preparaba para ir en busca de su pequeña hija a la casa de su madre. Como su retoña nació hace ocho meses, Ana decidió emprender su carrera como solista poco después del nacimiento de su pequeña, ya que realizar la labor de madre y cantante complicaban el cuidado de la niña. Frente a este problema decidió dejarla al cuidado de su madre, residente de la provincia andaluza de Cádiz, en el sur de España.
La mañana del diez de octubre se disponía a viajar a casa de su madre para recoger a su hija. Le pidió a su amiga Esther Arroyo que la acompañara en el viaje, pues una de las cosas que más detesta es viajar sin compañía. Se disponían a partir a eso de las 9 de la mañana cuando Rafael Duque, actual pareja de Ana y padre de la niña, decidió acompañarlas en el viaje y así aprovechar de pasar un tiempo con Ana antes de que ella parta a promocionar su disco por Europa.
Finalmente, emprendieron el viaje que duraría unas 3 horas. Pasaron por la estación de gasolina a 5 cuadras de su hogar. Mientras Rafael se encargaba de llenar el estanque de combustible, Ana y Esther se bajaron a comprar unas galletas y agua mineral para el viaje. Caminaron lento de vuelta al auto, ya que Esther le contaba unas infidencias de lo ocurrido en los sets de grabación de la última película de Almodóvar, a lo que Ana respondía con incrédulas y capciosas miradas. Cuando llegaron al jeep en el que viajaban, Rafael aún no terminaba de cargar el combustible, así que la conversación siguió, y de pronto, entre secretos y cuchicheos se escucha por parte de Ana un estremecedor ¡JODER!, a lo que Esther responde con una carcajada descomunal, provocando las miradas de los presentes en la gasolinera, los que no tardaron en reconocer a Ana y sus acompañantes.
Partieron raudos, alejándose de las miradas poco disimuladas de las personas, y entre risas siguieron el viaje comentando más y más anécdotas. Pasaron un par de horas desde que salieron de su hogar y Esther dormía placidamente en el asiento trasero, mientras Ana iba pendiente de la carretera y Rafael revisaba en su agenda electrónica los compromisos de la semana entrante. La carretera estaba despejada, la cantidad de autos circulantes era escasa y el día estaba en perfectas condiciones para manejar. Todo iba bien, la música a volumen moderado entonaba una canción de los Beatles, hasta que todo fue interrumpido por un fulminante frenazo, el grito casi ahogado de Ana, los brazos de Rafael tapando su cara y Esther golpeando los asientos delanteros con su cuerpo.
Ana Torroja, ex vocalista de la banda española Mecano, se preparaba para ir en busca de su pequeña hija a la casa de su madre. Como su retoña nació hace ocho meses, Ana decidió emprender su carrera como solista poco después del nacimiento de su pequeña, ya que realizar la labor de madre y cantante complicaban el cuidado de la niña. Frente a este problema decidió dejarla al cuidado de su madre, residente de la provincia andaluza de Cádiz, en el sur de España.
La mañana del diez de octubre se disponía a viajar a casa de su madre para recoger a su hija. Le pidió a su amiga Esther Arroyo que la acompañara en el viaje, pues una de las cosas que más detesta es viajar sin compañía. Se disponían a partir a eso de las 9 de la mañana cuando Rafael Duque, actual pareja de Ana y padre de la niña, decidió acompañarlas en el viaje y así aprovechar de pasar un tiempo con Ana antes de que ella parta a promocionar su disco por Europa.
Finalmente, emprendieron el viaje que duraría unas 3 horas. Pasaron por la estación de gasolina a 5 cuadras de su hogar. Mientras Rafael se encargaba de llenar el estanque de combustible, Ana y Esther se bajaron a comprar unas galletas y agua mineral para el viaje. Caminaron lento de vuelta al auto, ya que Esther le contaba unas infidencias de lo ocurrido en los sets de grabación de la última película de Almodóvar, a lo que Ana respondía con incrédulas y capciosas miradas. Cuando llegaron al jeep en el que viajaban, Rafael aún no terminaba de cargar el combustible, así que la conversación siguió, y de pronto, entre secretos y cuchicheos se escucha por parte de Ana un estremecedor ¡JODER!, a lo que Esther responde con una carcajada descomunal, provocando las miradas de los presentes en la gasolinera, los que no tardaron en reconocer a Ana y sus acompañantes.
Partieron raudos, alejándose de las miradas poco disimuladas de las personas, y entre risas siguieron el viaje comentando más y más anécdotas. Pasaron un par de horas desde que salieron de su hogar y Esther dormía placidamente en el asiento trasero, mientras Ana iba pendiente de la carretera y Rafael revisaba en su agenda electrónica los compromisos de la semana entrante. La carretera estaba despejada, la cantidad de autos circulantes era escasa y el día estaba en perfectas condiciones para manejar. Todo iba bien, la música a volumen moderado entonaba una canción de los Beatles, hasta que todo fue interrumpido por un fulminante frenazo, el grito casi ahogado de Ana, los brazos de Rafael tapando su cara y Esther golpeando los asientos delanteros con su cuerpo.
LEAD:
Ana Torroja se recupera tras accidente automovilístico
De acuerdo al último informe médico, la ex vocalista del grupo Mecano está fuera de peligro y sólo sufrió una fractura de clavícula.
Fuera de peligro permanece la cantante española Ana Torroja luego de sufrir un accidente automovilístico junto a otras cuatro personas. De acuerdo al último informe médico, entregado por el hospital Punta Europa de la provincia de Algeciras, donde ingresó de urgencia esta mañana, la artista está fuera de peligro y sólo tiene una fractura de clavícula
1 Comment:
Me acordé de la mañana en que la noticia salió en los medios, cuando dijeron que la Torroja estaba al borde de la muerte, cuestión que nunca fue. ¿Por qué será que, a juicio de nuestros avezados comunicadores, los artistas tienen la piel más sensible que el resto de nosotros?
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