sábado, 11 de octubre de 2008

AMBICIÓN, ENGAÑO Y DESCONTENTO EN LA O`HIGGINS


Por Michelle Phillips C.


-Lo vinimos pensando hace tiempo con los cabros-, le aseguró Jaime a Esteban, mientras caminaban saboreando los últimos restos de cerveza que quedaban en el par de botellas que ambos sostenían, a medio caer, entre sus manos.

Esteban, medio dudoso, medio ebrio, medio inquieto miró a su amigo asombrado. No podía creer que Jaime le estuviese hablando enserio. Era cierto. Su “piño”, como llamaba a su grupo de amigos de la O`Higgins, no eran muchachos de los trigos muy limpios, pero la idea de su amigo trascendía todos los valores que Esteban aun mantenía.

Tambaleando llegó a la puerta de su casa. Después de varios intentos tratando de encajar las llaves, logró abrir la chapa de su habitación. Cansado no hizo más que tirarse a la cama, y adoptando una posición anclada, meditó agobiado, hasta altas horas de la madrugada, la idea que su amigo le había planteado.

Un ¡negro!, ronco y fuerte escuchó la madre de Kevin el lunes por la mañana. Sin ánimos de levantarse a darle los buenos días a su hijo, ésta lo llamó desde su habitación. El negro, como lo apodaban sus amigos, algo exaltado, entró y beso a su mamá, saliendo raudo de su casa a encontrarse con sus amigos. Iba a ser un día arduo.

-Pasemos por el clandestino, total el tío atiende desde como las 9. Demá que ta` despierto- Las ganas por tomar un buen sorbo de cerveza animaron a los amigos a seguir la sugerencia de Marcelo. Caminaron hasta llegar a la casa de Claudio, pusieron música y animadamente se sentaron a planear la idea que Jaime les había planteado días antes.
-Es una wea muy arriesgada. No es lo mismo que robarles las cadenas a las viejas, o asaltar la bomba getón- le recalcó Esteban al negro.
-No seai mamita, maricón. En ésta vamos todos o no va ninguno. Piénselo nos vamos a hacer más plata que la cresta, nos vamos ha arreglar la vida y ademá nos vamos a virar de esta mierda de una vez por todas.

La idea de irse de la O’Higgins captó la emoción de todos. No pasar más hambre, no escuchar más gritos ni golpes; vivir sin los pacos, sin basura y sin viejas gritonas los llenó de expectativas rápidamente.

Sin duda, asaltar un cajero automático, a pesar de la experiencia delictual de los amigos, no sería tarea fácil, pero todos concordaban que los resultados del atraco no se compararían, en absoluto, con los riegos que todos correrían al momento de llevar a cabo el “brillante” plan.

Fueron 4 días de planeación, conversación, cervezas y cigarros. Para todos la meditación del plan estaba lo suficientemente bien estructurada.

Los cinco amigos participarían en el asalto. El cajero escogido fue el de su calle, la O`Higgins, ubicada en Talagante. En la madrugada todos se dirigirían al lugar indicado, movilizados en un furgón y armados, con cuanto les fuese necesario, entrarían en acción cerca de las 6 y media de la mañana del día viernes 10 de Octubre.

Cerca de las 6:15 de la mañana se reunieron en las esquina del cajero elegido. Exaltados, asustados, ansiosos y algo nerviosos los cinco amigos rezaron un Padre Nuestro, se animaron y se dispusieron tal y como lo habían planeado desde el lunes, a ejecutar su plan.

Entusiasmados entraron al cajero, apuntando al guardia con un revolver, lo maniataron y amenazaron. Estaban sorprendidos pues, no podían creer la cantidad de dinero que guarda un cajero automático; las sonrisas y la alegría se apoderaban de sus rostros.

Sin embargo algo salió mal, el sonido de una sirena, combinado con una ruidosa alarma trajo rápidamente el susto. El miedo se apoderó de los cinco y las balas comenzaron a salir una tras otra. Fue imposible escapar.

A pesar de que el dinero no lo consiguieron, lograron sin pensarlo esa preciada “fama instantánea”, pues diarios nacionales titulan la osadía de estos cinco amigos en sus páginas:

LEAD:
Seis encanados y un herido de bala fue el producto de robos frustrados a cajeros automáticos

SANTIAGO (agencias).- Dos robos frustrados a cajeros automáticos dejó a un cuma herido y seis detenidos, gracias a la oportuna reacción de carabineros, en las últimas horas en la Región Metropolitana. El primer caso se produjo en Talagante, lugar donde cinco malacatosos llegaron al Banco Santander de O`Higgins 418 en un furgón.

1 Comment:

Anónimo said...

Hay aquí dos cosas que me gustaron mucho. La primera, la honesta recuperación de un lenguaje cotidiano. La segunda, la cantidad de variables que manejas al momento de crear la historia: las ganas de surgir de la pobreza, las dudas y el rezo de un Padrenuestro, son detalles que hacen emerger personalidades más complicadas que las que solemos atribuirle a los delincuentes.